Alrededor de mil años antes de que los primeros conquistadores
europeos españoles probaran una taza de chocolate, el pueblo maya ya lo reverenciaba y lo inmortalizaba escribiendo en sus vasijas la
palabra Kakaw, que significa: Alimento
de los dioses.
Se menciona en varias ocasiones en su libro sagrado, el Popol
Vuh, así como en los códices de Dresde y
Madrid donde se le menciona como bebida de la élite.
En el sitio arqueológico conocido como Río Azul, en la región Nororiental del Petén, Guatemala; se encontró una tumba que data del año 500 d. C. con 14 vasijas, una de las cuales tenía un asa en forma de estribo, con la tapa enroscable (único ejemplar con esta característica hasta ahora) en donde aparece la palabra cacao. Dicho vaso se envió a Hershey, Pennsylvania, a la compañía de chocolates Hershey y se determinó que contuvo teobromina y cafeína; por lo que se cree que se bebió chocolate en dicho recipiente.
Dennis Tedlock, especialista en el pueblo Maya Kiche, indica que una de
las cosas que hacía la gente maya en las festividades como bodas, era el
Chokola'k, que significa “beber el chocolate juntos”. Lo que se cree sea una posible fuente de la palabra chocolate.
El chocolate entró en contacto con los europeos del
renacimiento, pero fue en el barroco cuando se consumía en los palacios y
mansiones de los ricos y poderosos.
Había sido una bebida de la élite en Mesoamérica, de gente morena, valiente y emplumada, y posteriormente lo fue en Europa para la gente pálida, perfumada y de cargados ropajes.
Había sido una bebida de la élite en Mesoamérica, de gente morena, valiente y emplumada, y posteriormente lo fue en Europa para la gente pálida, perfumada y de cargados ropajes.
Los españoles se encargaron de despojar a la bebida de su significado
espiritual, dándole propiedades puramente medicinales como un remedio al sistema
humoral, pero pronto se convirtió en una bebida apreciada por su sabor, por su
naturaleza, y por el estímulo y sensaciones que brindaba.
En 1585 arribó a Sevilla el primer cargamento oficial de
cacao. Se cree que el cacao se “aclimató” en la corte española
durante la primera mitad del siglo XVII, donde era específicamente la misma
bebida caliente que había cobrado fama entre los criollos de origen hispano en la región centroamericana.
Si visita Guatemala, podrá comprar y disfrutar de chocolate casero, hecho a mano, de excelente calidad, elaborado por manos mayas en tiendas especializadas como Xelapan; donde encontrará una gran variedad de sabores que podrá compartir con sus amigos y familiares al retornar a su país.
Si desea saber más de Guatemala y su chocolate, le invito a que vea este pequeño video explicativo.
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